Enojo, tristeza, alegría, desconcertación, cualquier estado de ánimo los manifiesto bailando y escribiendo, pero cuando estoy en crisis, me convierto en un ente; no puedo emitir una elegante frase, ni una positiva visión, mucho menos mantener una amistosa relación, ni siquiera soporto estar acostada tolerando la presencia de mi cuerpo ni el perturbador silencio que me lleva a un fino contacto con mi conciencia, generalmente me siento a escribir y me cuesta unir las palabras o volcar esa oscuridad que siento en la boca del estomago y en caso que lo haga no me convence la calidad de estos párrafos, el dato final para reconocer mi estado es que suelo ponerme a dibujar/ garabatear traduciendo el enredo que siento (he pasado meses en los que mi tiempo se usaba para pintar mandalas, rellenar los cuadraditos de las Rivadavia cuadriculadas, o mamarrachear todo a mi alcance)
¿Porqué cuento ésto? porque estoy en esta situación, en la que siento que tengo un montón de cosas para expresar y ganas de escribir, sin embargo no puedo; aun así me di cuenta que el problema no era el conjunto de preposiciones sino que nunca me gustaba el texto final, mi auto-exigencia; entendí que era completamente absurdo el asunto, porque sería ridículo calificar a una expresión, en especial si uno no lo hace con un fin que me exija cierto nivel.
De esta forma, comencé a asociar dicha exigencia ilógica con diferentes circunstancias de mi vida; comprendí que la misma mala decisión la estaba tomando en otras áreas, incluyendo situaciones que me acomplejaban; me encontraba auto-limitándome.
Me llenaba de preguntas que jamás me iban a dar una respuesta que me complazca totalmente porque no coincidían con mi esencia; me rompía la cabeza sobre como manejarme o qué hacer cuando lo más fácil es dejar fluir, aceptar la realidad, amigarme con lo que siento y con lo que soy, respetar lo que me queda cómodo, y defender lo que me gusta, pienso, y creo.
Si uno remata su espíritu, siempre va a estar perdido. Si uno quiere adherirse a algo que no es, a una situación que no le pertenece, a un grupo que no encaja, siempre va a estar con dudas. Si uno no se maneja con libertad, nunca va a saber que hacer.
Teclee este punto y emití un suspiro. Cambie de música. Incluso escribiendo esta nota fui observando y consumiendo cambios. El estado anímico se fue transformando.
Continuamente hablamos de crecer, ser mejores personas; nos reclamamos saber escuchar, ver la realidad, aceptar los errores; pedimos saber disculparnos, ser agradecidos, no cometer las mismas fallas una y otra vez. Recitamos abiertamente una y otra vez los puntos que debemos seguir. Creamos nuestro manual, nuestro diccionario, nuestra biblia, y nos asociamos al fracaso si no respetamos estas pautas con un criterio muchas veces vació, pensamos que de esta forma somos una persona integra, grandiosa, ganadora.
Pero, ¿nos olvidamos de la subjetividad? ¿lo que no se respeta es la individualidad? Observen:
- A es fanático de los autos pero ello no implica que todos lo seamos, ni siquiera quienes lo rodean por mas cercanos que sean.
- B adora a Ricky Zarkany pero no me obliga a mi ni a nadie que también lo haga. Incluso existen varios marcas, donde uno tiene la posibilidad de ELEGIR lo que mas le guste, convenga o pueda.
- C odia la contabilidad y ama la medicina pero no establece que el resto sienta y piense igual. De hecho ni se nos ocurriría la posibilidad de un mundo donde todos seamos médicos o donde no existan contadores.
Los ejemplos planteados sobrepasan la obviedad, de hecho ni siquiera nos podriamos imaginar una situacion en la que las millones de personas sean medicos, solo haya fanaticos de autos, o la unica marca sea Ricky Zarkany, existe la diversidad y en estas materias se respeta; pero a lo que quiero llegar es.. ¿porque no sucede lo mismo con todos los gustos y necesidades?
Vivimos pidiendo perdón y permiso, hasta el punto que llegamos a desconocernos a nosotros mismos de tanto que nos modificamos para encajar o para que las cosas funcionen.. y ¿saben que? aún así, terminan no funcionando; en el fondo sentimos que algo esta fallando, nos cuesta seguir el ritmo, nos perdemos, nos surgen dudas respecto a como hacer o como seguir, o simplemente a largo o corto plazo nos rescatamos que hay una parte que no logramos llenar con nada y con el tiempo ¡se hace escuchar cada vez mas!
Deberíamos replantearnos qué es la verdadera evolución, cual es nuestra gran mejor versión, si es mejor cambiar o transformarse.. incluso si existe realmente el cambio o es una mas de nuestras tan preciadas auto-mentiras. Tendríamos que cuidar mas nuestra luz interior, y sobre todo.. proteger y defender nuestra esencia, porque para mí es nuestro escudo y espada